Y bueno, por aquí seguimos. Si algo tiene Internet es que es altamente adictiva y no te permite tomar vacaciones (al menos a mí).
A propósito de un “te quiero” propio, y luego de recordar el poema que sirvió de pretexto para su escritura, se me vino a la mente este texto del gran escritor nicaragüense Salomón de la Selva, de un libro adquirido en mi visita a Managua en 1995, el mismo año que leía a Mayakovki. Ahora me percato de que el origen de “Pronunciarte” bien pudo estar también aquí. Además, a la par de este poema, me doy cuenta de lo lejos que quedó mi experimento con la dichosa frase.
La bala
La bala que me hiera
será bala con alma.
El alma de esa bala
será como sería
la canción de una rosa
si las flores cantaran,
o el olor de un topacio
si las piedras olieran,
o la piel de una música
si nos fuese posible
tocar a las canciones
desnudas con las manos.
Si me hiere el cerebro
me dirá: Yo buscaba
sondear tu pensamiento.
Y si me hiere el pecho
me dirá: ¡Yo quería
decirte que te quiero!
En Salomón de la Selva, Antología mayor (Julio Valle-Castillo, sel.), Managua: Editorial Nueva Nicaragua, 1993, p 123.
A propósito de un “te quiero” propio, y luego de recordar el poema que sirvió de pretexto para su escritura, se me vino a la mente este texto del gran escritor nicaragüense Salomón de la Selva, de un libro adquirido en mi visita a Managua en 1995, el mismo año que leía a Mayakovki. Ahora me percato de que el origen de “Pronunciarte” bien pudo estar también aquí. Además, a la par de este poema, me doy cuenta de lo lejos que quedó mi experimento con la dichosa frase.
La bala
La bala que me hiera
será bala con alma.
El alma de esa bala
será como sería
la canción de una rosa
si las flores cantaran,
o el olor de un topacio
si las piedras olieran,
o la piel de una música
si nos fuese posible
tocar a las canciones
desnudas con las manos.
Si me hiere el cerebro
me dirá: Yo buscaba
sondear tu pensamiento.
Y si me hiere el pecho
me dirá: ¡Yo quería
decirte que te quiero!
En Salomón de la Selva, Antología mayor (Julio Valle-Castillo, sel.), Managua: Editorial Nueva Nicaragua, 1993, p 123.
Comentarios
"Ojalá pase algo que te borre de pronto:
una luz cegadora, un disparo de nieve.
Ojalá por lo menos que me lleve la muerte,
para no verte tanto, para no verte siempre
en todos los segundos, en todas las visiones:
ojalá que no pueda tocarte ni en canciones."
Creo que este poema es un buen ejemplo de todo eso. Me encanta la habilidad del escritor para transformar el dolor (la bala) en algo delicado y hermoso.
Qué manera de decir te quiero, no?
Buen blog, me quedo cerca.
Un saludo,
OA
Janfi: así es, esa "luz cegadora", ese "disparo de nieve" van directo a la yugular, diríamos por aquí.
Monse: los poetas nicas son geniales: Darío, Pasos, Urtecho, De la Selva, Martínez Rivas...
Ophir: bienvenida y que bueno que te quedás cerca.
Gracias a todos por visitar y comentar.
Tiene que fajarse con la iniquidad
visitar la Chureca todos los días
y encenderse con verdor espiritual en cada oscuro
semáforo
Embestir cotidianamente la nada, la vacía testa de
políticos y economistas de Estado
Construir vocablos para exprimir el silencio
para esgrimir el grito del cambio social que todos
esperan.
*IVAN URIARTE, Cuando pasan las suburban
Leer, vivir un día y callar...