Quizás ya no importe
que seas una herida más ante mi puerta.
Todas las cosas te han vencido inútilmente
y sin embargo aún,
cuando miro tus pasos disecados,
sé que hay muchas formas
de mentirnos.
Cada poema es un gesto de duda,
y tú conociste el hastío de los hombres,
nos traicionaste hermosamente,
dejándonos en las manos
este fuego sin fe,
esta impaciencia de ganarle una faena
cada día a la muerte,
este cigarrillo imposible que fumamos
arrojando la ceniza entre la pólvora.
Por eso no me importa
que ahora seas tan precoz como el olvido,
que hayas mordido muchas veces
las manos que te dieron de comer,
o me hayas dado la vida,
hermano, padre o inconcluso enemigo.
Hoy el herido eres tú,
y caes a la vera de un umbral
que ya nunca abriré.
El olvido
A terrible beauty is born
W. B. Yeats
W. B. Yeats
Bien sabes que la sombra no alcanza,
olvidarás mi nombre
y la miseria caerá de sus colinas,
y sólo escucharás
a ese niño que desciende
a los ríos impuros
que soñamos de jóvenes,
a la robusta caricia
de un Dios viéndose solo
en la mansión del fuego,
entre las multitudes que tú y yo
construimos al azar,
irreales camposantos
que maduraban en ti,
distraídas llamas,
flores baldías,
sonámbulos dolores
que maduraban en ti
y me escupían la verdad
como una sombra.
Bien sabes cuánta grieta socava tu miseria,
los bordes de la memoria
te prohíben besarme
y eres pura entre la lentitud.
Yo te entrego la luz
e inútilmente descorro
las blasfemias del mundo.
-Dios no tiene la culpa de soñarnos-,
un día pasará, un mes,
cerraremos los ojos
y oirás la eternidad inevitable,
y así olvidarás mi nombre,
un mes, un año, lo que dures,
y pasarás junto a mí
como un corcel,
encaneciendo las calles
que llevo entre mis pasos.
(Inéditos)
Juan Carlos Olivas (Turrialba, Cartago, 1986). Poeta. Actualmente, es estudiante de Inglés en la Universidad de Costa Rica (UCR). Se desempeña como profesor. Recientemente, publicó su primer poemario: La sed que nos llama (San José: EUNED, 2009).
Juan Carlos Olivas (Turrialba, Cartago, 1986). Poeta. Actualmente, es estudiante de Inglés en la Universidad de Costa Rica (UCR). Se desempeña como profesor. Recientemente, publicó su primer poemario: La sed que nos llama (San José: EUNED, 2009).
Comentarios
Béndito el "olvido" y sus dolencias.
Me gustó Juan Carlos Olivas.
OA
Un abrazo
Un abrazo y gracias por leer y comentar.
Un saludo.
Saludos y gracias por pasar y comentar.
Cuando dijo Rimbau... casi se me para la peluca, y pensé instantáneamente ¿Que se puede esperar? y me llevé linda sorpresa, las imágenes acertadas y evocadoras a ese hombre-demonio, eficaz.
No opino lo mismo del segundo poema, me parece empalagoso, abigarrado de gratuidad en las imágenes, unas lindas, otras más lindas, pero que no dicen nada...
la referencia al sueño de Dios, es una imagen efectista, y relamida...
No basta hacer bellas imágenes... podrían impactar de primera impresión, pero luego no aguantan una segunda lectura...
Respecto de tu apreciación del segundo poema, creo comprender la queja, y probablemente sea acertada. Será cuestión de Juan Carlos qué puede elaborar con ella.
Saludos.
Saludos y gracias por pasar.
Saludos