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Dos poemas de Juan Carlos Olivas


Elegía hipócrita para Arthur Rimbaud

Quizás ya no importe
que seas una herida más ante mi puerta.
Todas las cosas te han vencido inútilmente
y sin embargo aún,
cuando miro tus pasos disecados,
sé que hay muchas formas
de mentirnos.

Cada poema es un gesto de duda,
y tú conociste el hastío de los hombres,
nos traicionaste hermosamente,
dejándonos en las manos
este fuego sin fe,
esta impaciencia de ganarle una faena
cada día a la muerte,
este cigarrillo imposible que fumamos
arrojando la ceniza entre la pólvora.

Por eso no me importa
que ahora seas tan precoz como el olvido,
que hayas mordido muchas veces
las manos que te dieron de comer,
o me hayas dado la vida,
hermano, padre o inconcluso enemigo.

Hoy el herido eres tú,
y caes a la vera de un umbral
que ya nunca abriré.



El olvido

A terrible beauty is born

W. B. Yeats

Bien sabes que la sombra no alcanza,
olvidarás mi nombre
y la miseria caerá de sus colinas,
y sólo escucharás
a ese niño que desciende
a los ríos impuros
que soñamos de jóvenes,
a la robusta caricia
de un Dios viéndose solo
en la mansión del fuego,
entre las multitudes que tú y yo
construimos al azar,
irreales camposantos
que maduraban en ti,
distraídas llamas,
flores baldías,
sonámbulos dolores
que maduraban en ti
y me escupían la verdad
como una sombra.
Bien sabes cuánta grieta socava tu miseria,
los bordes de la memoria
te prohíben besarme
y eres pura entre la lentitud.
Yo te entrego la luz
e inútilmente descorro
las blasfemias del mundo.
-Dios no tiene la culpa de soñarnos-,
un día pasará, un mes,
cerraremos los ojos
y oirás la eternidad inevitable,
y así olvidarás mi nombre,
un mes, un año, lo que dures,
y pasarás junto a mí
como un corcel,
encaneciendo las calles
que llevo entre mis pasos.

(Inéditos)

Juan Carlos Olivas (Turrialba, Cartago, 1986). Poeta. Actualmente, es estudiante de Inglés en la Universidad de Costa Rica (UCR). Se desempeña como profesor. Recientemente, publicó su primer poemario: La sed que nos llama (San José: EUNED, 2009).

Comentarios

Ophir Alviárez ha dicho que…
Cuando terminé de leer, proferí un wow; luego, repasando, me quedé mucho rato en esa primera estrofa de la Elegía, me parece tan perfecta que aún degusto su ritmo, su esencia...

Béndito el "olvido" y sus dolencias.

Me gustó Juan Carlos Olivas.

OA
lanoublesoif ha dicho que…
Hermosa estela de nostalgia me dejan estos poemas... y una sensación de haber sido y ya no es.
Un abrazo
Anónimo ha dicho que…
Ophir e Icaria: qué bueno que hayan disfrutado con esos poemas de Juan Carlos.

Un abrazo y gracias por leer y comentar.
Luissiana Naranjo ha dicho que…
el poema para Rimbaud tiene un desagrado impulsivo muy intenso, em agrada el tema y la musicalidad interna! Interesante Olivas...
Alexánder Obando ha dicho que…
Siempre es bueno saber que la gente sigue amando y odiando a Rimbaud con la misma ternura.
Lola Torres Bañuls ha dicho que…
Me gusta mucho el primer poema. Tiene mucha fuerza. El segundo también me gusta, pero el primero me ha impactado más.

Un saludo.
Anónimo ha dicho que…
Luissiana, Alexánder y Lola: hay una suerte de ambivalencia entre la fuerza y la ternura en estos poemas.

Saludos y gracias por pasar y comentar.
Germán Hernández ha dicho que…
Tuve la oportunidad de asistir al recital en Rayuela y escuchar a Carlos leer estos poemas...

Cuando dijo Rimbau... casi se me para la peluca, y pensé instantáneamente ¿Que se puede esperar? y me llevé linda sorpresa, las imágenes acertadas y evocadoras a ese hombre-demonio, eficaz.

No opino lo mismo del segundo poema, me parece empalagoso, abigarrado de gratuidad en las imágenes, unas lindas, otras más lindas, pero que no dicen nada...
la referencia al sueño de Dios, es una imagen efectista, y relamida...

No basta hacer bellas imágenes... podrían impactar de primera impresión, pero luego no aguantan una segunda lectura...
Anónimo ha dicho que…
Germán: como siempre, muchas gracias por haber asistido al recital.

Respecto de tu apreciación del segundo poema, creo comprender la queja, y probablemente sea acertada. Será cuestión de Juan Carlos qué puede elaborar con ella.

Saludos.
Byron Espinoza ha dicho que…
Disfruté ambos poemas. La poesía de Juan Carlos está comenzando a dar mucho de qué hablar y me alegro por él. En general me gustó su libro, La sed que nos llama (el final del prólogo de Laureano Albán lo dice todo), y en especial La fe desheredada, Soliloquio para huir de la muerte y Salvación. Estos tres junto a los dos aquí publicados me parecen excelentes poemas.
Anónimo ha dicho que…
Byron: sí, empieza a sonar. Me parece un poeta talentoso, con mucho por ofrecer. Sin embargo (y esto él lo sabe porque se lo he dicho), siento que en su primer libro aún tiene muchas deudas. Lo bueno es que poco a poco empieza a saldarlas, para poder empezar su propio camino.

Saludos y gracias por pasar.
Anónimo ha dicho que…
No puedo negar que me gustan estos poemas, pero siento que algo les falta. No sé, más emoción o algo así.
Chupa ha dicho que…
Quiero compartir con todos mis humildes poemitas para recibir comentarios que me ayuden a crecer y asi aprender de los mejores http://rafachessky.blogspot.com/?zx=7fba1126f18f55a2
Gustavo Solórzano-Alfaro ha dicho que…
Rafael: bievenido a esta casa. Gracias por compartir tu blog. Estaremos en contacto.

Saludos

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