
Hace un tiempo, en los inicios de este blog, escribí acerca de la necesidad de la crítica. De hecho, ha sido uno de mis temas constantes, no solo aquí, sino en el espacio de comentarios de otros blogs que también se dedican a la literatura. También, me he referido a la proliferación de blogs literarios, los cuales han venido a desempeñar un papel importante en la percepción de la literatura costarricense (aunque esto último a lo mejor puede ser prematuro afirmarlo). Asimismo, he jugado un poco con las relaciones entre blogs de poetas y blogs de narradores.
Pues bien, en estos días, a raíz de los premios nacionales de literatura Aquileo J. Echeverría, se ha generado una reacción en cadena, primero por la novela de Carlos Morales (aquí también), y ahora por el poemario de Erick Gil Salas. Ciertamente, la crítica y la polémica en los premios no son nuevas, pero por primera vez se ha gestado un “movimiento” importante de denuncia de tal situación que supera la tertulia entre amigos, lo que viene a demostrar varios puntos, entre ellos, que los blogs:
- permiten establecer contactos inéditos, más allá del amiguismo y las tendencias estéticas;
- representan una nueva forma no solo de creación literaria, sino también de crítica y de análisis
- y son una red de promoción y distribución de autores y libros.
Podría seguir enumerando bondades de la bloguesfera (no entiendo por qué blogosfera), pero tampoco pretendo ser redudante. Las características apuntadas ya han sido demostradas en el ámbito de la política, y de alguna manera ante situaciones o emergencias, como el caso del reciente terremoto en Costa Rica. Por otro lado, se habla de periodismo ciudadano, y cada día vemos como los medios digitales adquieren mayor peso y relevancia en la formación de los discursos.
Así las cosas, a pesar de que en otros contextos se hable de la muerte del blog (sobre todo en el mundo anglosajón), por la llegada de otros canales, como Twitter, lo cierto es que como medio, como herramienta y como vínculo aún es joven y realmente puede alcanzar proporciones inimaginables. Y si como criterio de validez sirve lo aquí planteado, esto lo dice un escéptico de los beneficios de Internet.
Preguntas para quienes deseen comentar:
- ¿Cuáles son los cambios o alcances de los blogs en el ámbito de la literatura?
* Esta afirmación está basada en contrastes realizados mediante Google Analytics en varios blogs literarios.
Comentarios
Si el mundo de las cartas llegó a convertirse en una forma de arte entre los escritores, por qué no el blog que tiene muchos más méritos y posibilidades.
La reciente debalce con los premios nacionales de literatura es una buena prueba de que la comunicación bloguera está activa y gozando de buena salud, más aún cuando los medios convencionales cierran fila en torno al silencio y la corronguería de moda.
Por otro lado, es también una forma de que el escritor le salga al encuentro al lector. Conozco casos de escritores que se han ofendido con los comentarios de sus lectores: creo que no les ha gustado descubrir la calaña de quienes lo leen. Creo que los blogs son un fenómeno muy saludable en este sentido: para que el lector tenga un contacto más fluido con el escritor, con menos obstáculos, con más frecuencia, con menos pruritos, más desestructurado. También para que el escritor conozca de mano directa a su lector en sus propios tiempos, no a través de ferias literarias, micrófonos y debates abiertos. En fin, da para escribir mucho sobre los blogs, pero creo que hoy ya nadie puede oponérseles: es un fenómeno ajeno a las opiniones, orgánico, independiente. El único problema que presenta es su proliferación: hay que hacerse de una especie de barrio virtual con los buenos blogs, pero una vez encontrados, es un mundo delicioso.
Los blogs son poco considerados literariamente. Han existido intentos de promover novelas a través de blog, pero si no han tenido aporte mediático (por parte de las editoriales futuras), apenas han prosperado. Segundo, aquí hay menos blogs dedicados a la crítica o la reseña que a la creación pura. Es lógico. Todo el mundo quiere publicar, de cualquier modo. Y la crítica..., bueno, en España apenas se leen críticas y reseñas. Pero sería muy largo analizar el tema de la edición y la cultura en este país...
Sin embargo, es cierto que permite realizar una imbricación de lectores (me refiero a lectores que leen, no a lectores que consumen) a un nivel no alcanzado jamás, y que esta comunidad, con todas las reticencias e inconvenientes que puedan atribuírsele, provoca un cierto movimiento que empieza a ser percibido incluso por las editoriales más despiertas (que no son muchas).
En cualquier caso, y ahora reflejo mi experiencia personal, me ha permitido un acercamiento, por ejemplo, a América Latina, de lo que estoy muy satisfecho, en parte porque ha confirmado algo que sospechaba, y es que ustedes, los del otro lado del charco, mantienen un debate literario vivo y permanente, algo que aquí es esporádico y mortecino. Y que existen nuevos narradores y poetas que deberían traspasar fronteras. Y que esa vivacidad constituye un estímulo envidiable.
Otra cosa es si se pierden en debates estériles o en ataques personales, que eso también lo he percibido, pero supongo que es algo inevitable dentro de esa viveza a la que me refería.
Podría tal vez decir algo más, y no descarto hacerlo, pero voy con prisa. Me perdonarás, Gustavo (y el resto de lectores).
Un saludo!
De ese trabajo, vertí una líneas al español (aquí), pero reitero el valor del texto completo para esta discusión.
En el caso de Costa Rica, es definitivo que algo se está gestando, y no quisiera creer que es solo entusiasmo por sentirme parte del asunto, lo cual podría corroborar por proyectos que surgen con amigos del extranjero.
Leandro: entiendo la salvedad que hacés al comentario de Alexánder, pues junto con los blogs, hay que incluir los otros medios digitales.
La percpeción de la escritura y la lectura sí ha cambiado, y en ello los blogs han sido los principales responsables. Como bien apuntás, han asumido el papel de las revistas o lo han trastocado. De hecho, mucho blogs funcionan en realidad ocmo revistas, con el aliciente de que sus creadores no deben gastar dinero.
En cuanto a la proliferación, no le veo mayor difrencia que a la multiplicación de papel cortazariana, si tomamso en cuenta la cantidad de libros primerizos que se publican. Pero calor, sí es uno quien finalmente escoge dónde se siente mejor.
Sentenciero: completamente de acuerdo. El blog logra flexibilizar las ideas, los gustos y las afinidades, esas mismas que se pueden gestar en un café o en un bar, esas misas que gestamos en soledad cuando escogemos frente a un estante qué leer. Creo que una diferencia importante es que el blog no permite que los ánimos se caldeen tanto como en una mesa de tragos, y hace que uno escuche con más atención y calma.
Lluís: es interesante eso que señalás, pues sería de suponer que las grandes editoriales empiezan a generar blogs precisamente para ponerse a tono con el mercado. Por lo que puedo observar, en el mundo anglosajón es muy común que todo preiódico, revista y editorial tenga su propio blog, y muchas veces con escritores ya reconocidos detrás de estos.
Luego, ciertamente coincidimos en esa sensación de apertura, de poder conocer cosas que de otro modo sería imposible, y aunque a veces uno entra en pánico por la cantidad, luego se calma, y acepta poco a poco ir leyendo solo aquello que realmente interesa.
Víctor: gracias por los vínculos, muy buen texto. No es casualidad que Reginald Sheperd reflexione sobre el blogueo, cuando él mismo es cuidadoso y meticuloso con la edición del suyo.
Muchos de los puntos que toca Sheperd, probablemente los vamos descubriendo quienes igual que él, nos preocupamos por el contendio, por el formato, por la edición de los posts, pues los vemos como un trabajo más de escritura real y efectiva, no como una diario personal. Y si empezamos a tener lectores, con mayor razón nos preocupamos por lo que ponemos y cómo lo ponemos (yo incluso reviso mis comentarios, aunque aquí se me van muchos dedazos porque no sé mecanografía).
Gracias a todos por su visita y su comentario.
Quizás lo que apunta Alex sobre la función del blog en sustitución de las cartas apunta a cierto tipo de cartas extensas en las que se discutían problemas intelectuales o literarios; pienso en la comunicación epistolar de sor Juana, por poner un ejemplo, quien tenía una celda conventual por blog, o en un contexto no estrictamente literario, las de Freud (se estudian sus cartas tanto como los libros, por ejemplo con Fliess).
En ese sentido, en algunos blogs del barrio virtual que escogimos, se discute textos y se argumenta más allá del “hurra”, “bravo”, o “¡abajo!” de otros barrios ingenuamente literarios.
No sé por qué, la verdad, pero esto último yo lo hago menos por mail, y por supuesto no porque no se pueda ni sea fructífero. Quizás se parezca a las reuniones no de mesas de tragos, sino de amigos que comparten sus textos y se los critican (como hemos hecho muchos en talleres diversos).
Y bueno, así como en mercadeo surgió el mercadeo directo, para ahorrar en medios masivos y dirigir la publicidad a nichos más específicos, el barrio virtual genera esa familiaridad.
Por cierto, en mi barrio virtual tienen mejor lugar los blogs de lectores, que de autores. De hecho, no he logrado encontrar ninguno de ese último tipo que me enganche; aunque tampoco he buscado muchísimo.
Gracias por la referencia a Sheperd, muy sintética y clara.
Y ¿cómo está eso que los blogs de lectores están mejor que los de autrores, Esteban? >-(... Tal vez se deba a que el blog del escritor ya tiene un tema prefijado: la literatura de ese autor, en tanto que el blog del lector es más receptivo a la discusión de temas varios. Tendremso que pensar entonces, en un blog donde el autor/lector trabaje en armonizar más sus dos naturalezas.
La idea de aprovechar estos espacios para comentar, sino largo y tendido, al menos sí con cierto ánimo de aportar o de lograr camaradería sincera es muy bueno. La mayoría de blogs, sean literarios o no, apuntan por lo fugaz e inmediato, y el saludo de rigor.
Ciertamente he ido muy escéptico hacia las posibilidades de Internet de generar ideas sustentadas; sin embargo, el blog me ha demostrado, al menos hasta ahora, que sí es viable.
Lo que señalás sobre blogs de autores/lectores lo he observado. Usualmente la gente no logra conectar con el autor, y esto dificulta el diálogo o los comentarios. De hecho, entre menor relación de los posts con el autor, mayor cantidad de lecturas y comentarios.
El link de Crítica y Contracrítica también lo descubrí hace poco, gracias al blog Vademécum, y me hizo gracia que justo lo que hemos comentado aquí como posibilidad, allá parece que más bien se clausura. En fin, veremos si este barrio se convierte en distrito o por el contrario somos expropiados o erradicados para construir un mall.
Alexánder: Esteban no dijo que los blogs de lectores están mejor, jaja, sino que en su caso tienen mejor lugar. Ahora, como bien decís, y yo señalé antes, el autor tiene que lograr fijarse (para usar un concepto de mercadeo, ya que Esteban lo mencionó) en el público, y eso cuesta más cuando no hay mayores elementos. En cambio, el lector tiene chance de jugar con más cosas. Sin embargo, aquí he leído recomendaciones de que postear sobre noticias atraerá mucho tráfico, pero casi nadie comentará, igual, así que es mejor tener contendios más o menos específicos, pues eso logrará un público también específico y recurrente.
Vos definís tu blog como de autor, pero posteás otras cosas, y creo que eso de algún modo es el equilibrio que señalas. G.A. postea principalmente traducciones (de autor), alguna miscelánea y de vez en cuando textos propios. En mi caso hay poesía de otros, de vez en cuando poesía propia, y la miscelánea abarca cine, música, literatura, traducciones y otras especies.
Y volviendo al tema de los blogs de poetas y narradores, con excepción tuya, otros narradores no exponen sus textos, como Juan o Guillermo (y sería interesante que ellos comentaran por qué no lo hacen), y que serían más bien esos blogs de lectores que señala Esteban, dedicados casi exclusivamente a la crítica, lo cual sí les da también una personalidad muy definida.
Bueno, hay mucho por discutir en este barrio, así que seguimos.
Saludos y gracias a ambos por comentar.
La razón de por qué los prefiero es un poco aquello del texto “Mis libros” de Borges: no son los que él escribió, sino los otros, sus fetiches, sus objetos de culto, de los que habló Asterión en una entrada anterior.
Lo que uno puede escribir es muy limitado, poquita cosa, y cuesta un gran trabajo.
Lo que te vuela la tapa y el contenido de los sesos es lo que podés leer: lo que podés por el tiempo de vida (¿era Carl Sagan, en Relaciones, que mostraba qué parte de una estantería de biblioteca alcanzaría a leer uno en toda la vida, y caminaba como cuatro pasos a lo largo de la estantería y ya?), y lo que podés leer en el sentido de las obras que no son como la mano abierta sino como el puño cerrado (comparación que usa sor Juana para los escolásticos), ilegibles, sobre las que uno vuelve, insiste, repite. Puño cerrado al que a duras penas logramos a veces sacarle un par de dedos... o uno solo (veamos qué gran diferencia hace si ese dedito es el índice o el corazón).
En lo personal puedo decir que antes de abrir mi blog, los blogs que había conocido me parecían espasmos vergonzosos en los que las personas comentaban trivialidades personales o se dedicaban a la autopromoción más descarada. En este punto es necesario que aclare que eso resulta vergonzoso para mi, imaginando que yo hiciera lo mismo, pero no tiene porque serlo para otras personas, que entienden y manejan su imagen pública de un modo diferente al mío. Me parecía que, como es natural, hay mucha gente con opiniones elevadas de sí mismos y que eso inevitablemente terminaba en el más detestable de todos los blogs, el “vanity blog”, en el cual se habla de la higiene personal del gato de uno y de los rigores de las batallas contra la perdida de cabello y los juanetes.
Dando tumbos por Internet me encontré luego el blog de autor de Ronald Flores, escritor guatemalteco, que además es crítico literario, y me dí cuenta de varias cosas:
1- El blog, que nació como una forma de ventilar públicamente información preferiblemente debería quedarse en el ámbito privado, también podía utilizarse como una herramienta para publicar otras cosas, entre ellas crítica literaria.
2- Que de no hacer este tipo de crítica en Internet, sino en el tradicional medio impreso, la misma tendría una vida útil de entre un día y una semana y un impacto geográfico de alcance nacional. Internet en cambio, abría las puertas a una crítica de acceso permanente y de alcance global.
3- Que resulta super fácil usar un blog comparado con tratar de mantener un sitio web normal.
4- Que admitía retroalimentación, que es casi la parte más importante de la crítica literaria.
5- Que si uno es escritor, no puede uno quejarse honestamente de la deplorable difusión de las obras nacionales si no ha hecho uno un mínimo esfuerzo por impulsar esa difusión primero, particularmente escribiendo.
6- Que la credibilidad y autoridad de un medio de difusión que se dedica a la crítica literaria reside precisamente en que el autor no este buscando la directa promoción de su propia obra.
Tomando todo eso en cuenta, se podía hacer un blog que fuera el equivalente de un suplemento literario en un periódico, pero que fuera permanente y global y al cual los usuarios accederían cuando tenían interés particular en leer sobre ese tema específico, buscando en Google, por ejemplo, "Los Salvajes Jessica Clark".
Debo decir, con satisfacción, que el sistema funciona a la perfección. Y que es nuestra crítica, en esta época en la que todo se investiga primero en la Red, la que subsistirá, será leída, y ayudara a la difusión de las obras reseñadas.
Todo eso dicho, que el sistema funcione para mí y me guste usarlo no pone en entredicho de modo alguno todos los otros estilos y motivaciones de blogs que hay. Al final el blog es solo una herramienta de publicación, que como la imprenta, se puede usar para imprimir brochures o revistas de literatura o tarjetas personales.
En cuanto a la obra personal, yo, por puro prejuicio y amor a los libros, sigo prefiriendo verla publicada del modo tradiconal.
Para exportar y guardar al disco local una copia del blog, comentarios incluidos, basta con logearse al panel de administración e ir a Configuración > Básico > Exportar blog.
No digan que no se los advertí.
Digamos que me pulí escribiendo un texto en el que (ojo, si se roban la idea los demando) un tipo es perseguido y, al encontrar refugio en la casa de una amiga, terminan descubriendo que fue por un alfabeto artificial que él inventó en su juventud, descifrado extrañamente por un políglota obseso, que lo quieren matar (róbensela, es pésima). O algo por el estilo.
Digamos que comenten tres personas; sus comentarios podrían ser los siguientes:
Fulanito: uy, no sabía que un cigarro se puede encender en un disco de cocina.
Zutanito: ay, que tierno ese muchacho.... (escribí un cuento nuevo, pasate a visitarme).
Menganito: el papel del narrador etc etc (y todo un comentario del que se puede sacar provecho, escrito por alguien que analizó el cuento que posteé, que de verdad sacó el rato).
Así de simple. Esos comentarios son variantes de algunos que he visto de verdad en blogs de autor.
y bueno es la crisis mundial
También considero que cada quien puede hacer un blog y poner en él lo que guste, actitud que en todo caso, también mantengo respecto del papel: cada cual es libre de hacer lo que le parezca con su tiempo, sus ideas y sus recursos.
Entonces, nada de eso debería detenerlo a uno, que pretende establecerlo como una herramienta de diálogo, crítica, evaluación, análisis y demás, con la capacidad de recibir insumos de lo que lo rodea.
Finalmente, debo decir que el sistema funciona para varios de nosotros, que de alguna manera hemos venido a vivir a este barrio virtual, para seguir con la metáfora urbanística.
Nota: intenté hacer eso de exportar, pero nuevamente me doy cuenta de mis limitacines técnicas. Luego lo intentaré con más tiempo. Aunque si se diera la debacle de la red, al menos teng los posts, pues hago el trabajo en Word antes de meterlo al blog.
Sentenciero: comprendo el punto, sin embargo creo que muchas veces los comentarios son iguales en los blgos de lectores, y todos los hemos visto. Dichos comentarios empiezan a ser más provechosos cuando se genera un proceso de identificación, por la razón que sea, entre un grupo de blogueros.
Pistol Packin Mamma: sí, me doy cuenta, y esas “revoluciones” burguesas son detestables, porque salen rasgándose las vestiduras en nombre de la paz, el trabajo, la seguridad, etc.; y bien capaces son de linchar a la gente e las calles si se les diera la oportunidad. Costa Rica no anda muy lejos de eso.
Saludos de nuevo y gracias a los tres por visitar y comentar.
En el segundo tipo de blogs ("de lector", como están comenzando a llamarlos) no importa que se comente lo que sea, hasta se puede saludar después de mucho tiempo sin verse etc.; el objetivo, para mí, no es que guste lo que yo escribo sobre un libro, sino que alguien se vea impelido a comprarlo o adquirirlo como sea y que llegue a conocer esa parcela que a mí me sorprendió.
Pero bueno, sea cual sea el caso, los lotes de este barrio se están convirtiendo en casas bien tuanis.
El más serio pero más "mind boggling" de Carl Sagan tenía otro programa llamada COSMOS. Lo que mencionás posiblemente lo viste en CONEXIONES pues COSMOS era casi exclusivamente dedicado a la astronomía/astrofísica.
Poco antes de morir, Constantino Láscaris dijo que había leído a lo largo de su vida una cifra cercana a 7 000 libros. Si tomamos en cuenta que el filósofo murio cercano a los sesenta años, y asumiendo que empezó a leer a los cinco, Constantino Láscaris tuvo que haberse leído 3 libros por semana durante toda su vida para apenas poder coqueteear con la cifra de los siete mil.
Desde los 18 años, yo me he leído aproximadamente 750 libros, lo que hace más o menos dos libros por mes. Aún así, yo me he leído, de acuerdo con lo dicho, apenas poco más del diez por ciento de lo que se leyó don Tino.
Conclusión, no hemos leído nada. Y para cuando muramos, la suma total será apenas poco más que nada...
Sobre los blogs, queda el mío a la orden para cualquier amigo escritor que desea "publicar" algo en él. Ya hemos publicado a Adriano Corrales y a Esteban Ureña. Nos gustaría publicar narrativa de otros autores locales.
Salute!
Have a nasty day! :)
Ahora, también en última instancia, cuenta de qué forma lográs establecer un vínculo, sea de amistad, de taller, de discusión o de impulsar a alguien a leer o comparar el texto que recomendás, y creo que eso es justamente lo que hemos venido viendo que se produce en estos espacios.
Alexánder: ciertamente hay bibliotecas envidiables, y eso es parte del fetiche de los libros: si somos capaces de comprar mucho, tendremos gran cantidad de libros, pero más de la mitad sin leer, adquiridos meramente por recomendación, placer, apariencia o verdadero interés.
Mi biblioteca personal (la mitad hurtada a la biblioteca familiar), es bastante modesta, y aún así no he leído todo eso. Claro, debemos sumar los prestados devueltos y los de bibliotecas públicas.
También, hay una diferencia entre leer algunos cuentos, poemas y ensayos de volúmenes mayores a leer volúmenes completos, de ahí que la idea de cantidad y diversidad puede ser medida de diferentes formas.
Saludos a ambos y gracias por comentar.
Hoy leí esto al revisar el blog de Brad DeLong, un profesor de economía de Berkeley que entiende la importancia de los nuevos medios. De hecho, DeLong coloca una cita tomada de otro bloguero, Matt Yglesias:
“El pedido de modernización también ha levantado la ira de algunos profesores, particularmente aquellos muy ligados a la joya de la corona de Columbia, RW1 [la clase introductoria de Reportaje y Escritura]. ‘Que se jodan los nuevos medios’, les dijo a sus estudiantes Ari Goldman, coordinador de RW1, el primer día de clases, según contó un alumno. Goldman, antiguo reportero del New York Times y quien lleva 16 años como profesor de RW1, describió el entrenamiento en los nuevos medios de comunicación como ‘jugar con juguetes’, según otro estudiante, y caracterizó el movimiento digital como ‘un experimento con maquinitas’. Eso equivale a decir que escribir libros es una forma de jugar con imprentas”.
La frase final me parece reveladora, y un argumento que jamás se les ocurrió a otros como Javier Marías, espantado la única vez que se dignó a mirar algunos blogs. Hay blogs malísimos, es cierto, pero los malísimos libros (como esos premiados de Morales y Gil Salas, según ustedes cuentan) no son más perdonables. Uno aprende a elegir qué lectura puede resultar satisfactoria con un simple vistazo; nos llevamos nuestras decepciones, es cierto también, pero ellas no deben forzarnos a condenar todo un medio por eso. Los blogs no son una entelequia, no son un género periodístico ni uno literario, de modo que la estulticia que en ellos se cuela es puramente personal, no ligada a una tradición de escritura. De las virtudes de los blogs ya han escrito arriba suficientemente y en detalle: suscribo lo dicho desde acá, desde lejos, sabiendo que de ninguna otra forma me habría enterado de sus opiniones, de los escándalos que los rodean, de sus planes, si no fuera, justamente, por los dichosos blogs. No es mala consecuencia.
Saludos.
Sin embargo, desde este punto de vista, creo que el medio afecta más la forma en que leemos que aquella en que escribimos, pues aunque como escritor me expongo a la buena de Dios, como lector debo asumir un compromiso mayor o un silencio total. Este último es usual, el primero no.
Por otro lado, es muy curioso como muchos profesores no aceptan los blogs, pero probablemente aceptarían el mismo artículo si apareciera en una revista con ISSN e indexada, lo cual refleja que lo que no se termina de comprender es el medio y su validez, y que siguen primando los controles sobre lo que es válido y lo que no, que en sí no está del todo mal, pero debe ir amoldándose a nuevas formas.
Este semestre veré qué tanto investigan mis estudiantes en blogs.
Saludos y gracias por comentar.
Chinasklauzz
Bienvenido y gracias por comentar.