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In memóriam III: Edgar Allan Poe

Edgar Allan Poe (Boston, 1809- Baltimore, 1849)

Empezamos enero de 2009 y quiero aprovechar para recordar a uno de los poetas y narradores más grandes de todos los tiempos (si se me permite la hipérbole). Este 19 de enero se celebra el 200 aniversario del nacimiento de Edgar Allan Poe, capricorniano igual que este servidor (valga la cuña astrológica junto con la referencia cabalística al número nueve); y por aquello de las exactitudes euclidianas, el próximo 17 de octubre se conmemorarían los 160 años de su muerte.

Principalmente conocido como narrador, pues como poeta usualmente se le recuerda por “The Raven” ("El cuervo"), poema que incluso aparece al final de algunas colecciones de relatos, es una de las voces líricas y críticas más importantes del movimiento romántico, cuyo espectro alcanzó e influyó notablemente a su primer traductor francés, Charles Baudelaire (y vuelvo con otra hipérbole; los años nuevos me ponen así), el mejor poeta del siglo diecinueve.

Dejo aquí un texto, tomado de un volumen que reúne su poesía. Edición recomendada ciento por ciento.

Eulalia. Canción

Yo habitaba solo
en un mundo de lamentos,
y mi alma era una ola estancada
hasta que la hermosa y gentil Eulalia se convirtió en mi novia [ruborosa,
hasta que la joven Eulalia de pelo dorado se convirtió en mi novia [sonriente.

¡Ah, menos, menos brillantes
las estrellas de la noche
que los ojos de la radiante muchacha!
y nunca un copo
que el vapor pueda formar
con los tonos lunares de púrpura y perla
puede rivalizar con el rizo más descuidado de la modesta Eulalia,
puede compararse con el rizo más humilde y desatendido de la [Eulailia de los brillantes ojos.

Ahora la duda, ahora el dolor
nunca podrán volver,
pues su alma me devuelve suspiro por suspiro,
y durante todo el día
brilla, luminosa y fuerte,
Astarté en el cielo,
mientras siempre hacia ella la querida Eulalia eleva su mirada de [matrona,
mientras siempre hacia ella la joven Eulalia eleva su mirada [violeta.

En Edgar Allan Poe, Poesía completa (ed. Bilingüe, trad. de María Condor y Gustavo Falaquera), Madrid: Ediciones Hiperión S. L., 2000, p. 217.

Comentarios

Carolina ha dicho que…
Gustavo, uno lee las historias de Poe y por más que ya sepa su final, sus textos siempre producen una sensación expectante. Así que uno vuelve a Poe con grato suspenso.
Y bueno, ya que andas de hipérbole: Qué tengas un buen año, todo completo, 365 días con sus horas y mediodías
Guillermo Barquero ha dicho que…
Gustavo, ojalá todo el tiempo viéramos homenajes hechos a estos grandes fundadores de la literatura moderna. La imagen de la remoción de los ladrillos, detrás de los cuales hay un gatito negro como testimonio de un crimen, es algo que no tiene parangón. Basta eso para escalofriar una y otra vez.

Feliz 2009.
Alexánder Obando ha dicho que…
Poe es diferente a otros dioses y amores literarios. Muchos de ellos son adquiridos, dejados, abandonados, retomados, revividos, y así sucesivamente en un ciclo de amor y odio a través de la vida. Pero Poe es alguien que puede seducir a un niño, a un adolescente, a un adulto y también a un anciano.

Lo amé a través de la tele de los 60 por medio de las películas de Vincent Price. Lo amé en los 70 al ser expuesto involuntariamente a una lectura de "El cuervo". (Hasta ese momento, la poesía me había parecido un subgénero estúpido y arrogante). Luego lo amé en los 80 a través de las traducciones de Cortázar. Y por último lo sigo amando por él mismo, sin mediación, porque sí, porque Poe es Poe y nada más.

Para mí es el primer gran y verdadero escritor gótico (como podés ver, Asterión, con Poe la sobredosis afectiva es inevitable) y además, muy injustamente tratado por algunos críticos en cuanto a poeta.

Pero él navega con su Virginia o con su Anabelle Lee "in a kingdom by the sea!"

Lo queramos o lo ignoremos, él seguirá siendo un titán.
Mon ha dicho que…
Una de las cosas que no termino de entender en Poe es esa obsesión suya por la muerte de una hermosa mujer (me parece más una elección personal que influencia de su época y corriente literaria). Debido a su pasión generalizada por el femicidio, este poema, aparentemente amoroso, aparentemente tierno, me dejó bastantes dudas...(imágenes de astros y brillos lejanos...un final algo tétrico).

Quisiera creer que Poe en el fondo no es un misógeno y que el hecho de que no haya encontrado ningún poema de autorA en este blogg (el año pasado)es pura casualidad...
Anónimo ha dicho que…
Carolina: Poe es inagotable, delicioso, y como en toda gran literatura, uno siempre vuelve.

Sentenciero: a veces se nos olvidan los grandes, a veces queremos creer que no lo son tanto y otras veces... bueno, no importa... lo que importa es que esa "remoción de ladrillos" representa una remoción literaria magnífica.

Álex: pues que bien por esa sobredosis afectiva con Poe, el titán. Yo adoro sus cuentos, pero también sus poemas. Lo que vos señalás, también yo lo mencionaba: su poesía muchas veces pasa desapercibida. Es similar con Nietzsche, gran filósofo, pero genial poeta.

Mon: pues sí, las imágenes de amadas muertas recorren la literatura, y en el caso de Poe son marca personal. Y perfectamente podríamos concluir que es misógino, pero ello no iría en detrimento de la calidad literaria, pues esta no depende del tema.

Ahora, en cuanto a la falta de autorAs en el blog, es algo que ya estaba planeado, y hoy o mañana aparecerá la primera entrada, como parte de la muestra que he venido haciendo, que intente remediar eso.

Saludos a los cuatro y gracias por pasar.
depeupleur ha dicho que…
Hablando del Poe crítico, recuerdo un ensayo suyo, quizá lo más escalofriante que jamás escribiera, sobre como compuso The Raven. Parece que el metodo es similar al que se usaría para armar un reloj: mecánico, racional, frio, calculado. Sorprendente para uno de los románticos que tan afines eran a la inspiración y las musas.

Para mi el homenaje a Poe ya lo habías hecho con el poema de Esteban Ureña que publicaste hace unos días con intertexto al Barril de Amontillado.
Anónimo ha dicho que…
Y a propósito de Borges, en el prólogo de "La rosa profunda", este hace mención al ejercicio de Poe de explicar el método para componer "The Raven", cuando hace notar la contradicción de que la doctrina romántica de una musa inspiradora fue profesada por los clásicos (Platón), y la doctrina cláscia de un poema como operación de la inteligencia profesada por un romántico (Poe).
depeupleur ha dicho que…
Todo esto prueba de que las periodizaciones son siempre simples y groseras generalizaciones para hablar sobre amplios tópicos que de otra manera no se dejan manejar. Si nos vamos al autor propiamente, al individuo, descubrimos que en la prosa de Poe, por lo menos, exisite una inclinanción, casi una manía, por la descripción exacta y el control de las dimensiones, formas y composición de los espacios que describe y las cadenas lógicas que explican la trama. También es evidente una necesidad de caracterizar los sentimientos que subyacen las acciones de la manera más exacta posible, casi como lo haría un entomólogo con una mariposa. De esa obsesión por la adverviación precisa nacen monstruosidades como el vocablo 'resistlessly' en El pozo y el péndulo. Estas operaciones poco románticas alejan a Poe del movimiento, mientras que sus temas generales lo acercan a él.
Anónimo ha dicho que…
Juan, concuerdo con lo que apuntás.

Siempre he considerado que en todas las épocas ha existido una tensión, tanto interna como externa, entre lo "clásico" y lo "romántico", y quien logra moverse, más o menos salvo entre ambas aguas, es quien llega incólume a la otra orilla del Leteo.

El caso de Platón es ejemplar: un poeta que como filósofo reniega de los poetas.

Luego, ese absurdo encasillamiento, también nos lleva al problema de los géneros, y quien sortea esto pues la tiene hecha.

Lo menciono para seguir con Borges, cuyos cuentos son excelentes ensayos; sus ensayos bellos poemas filosóficos en prosa y sus poemas, pues poemas geniales. A Borges siempre se ha la querido criticar la frialdad, el cálculo, etc., pero eso simplemente es una mirada chata sobre su obra: clásico en la forma, idealista en el fondo, todo es uno solo, para dar una visión desgarradora, trágica y melancólica sobre el destino del ser humano.

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