1
He visto el paraíso.
Sentado en lo alto
de la torre más alta,
contemplé a los mendigos
desvanecerse por el viento,
arrodillarse ante obscenos ventanales
que iluminan las calles de los muertos.
En medio de atribuladas cinturas
pude escuchar el rumor de los días,
la sabia beatitud de los ancianos.
Me di vuelta ante tus ojos
para desnudarme como si fuese
una paloma enferma.
Ángeles moribundos
tocaron a mi puerta.
Presuroso abrí y cerré en su cara mi desidia.
Me arrojé a los precipicios
de la última estirpe de borrachos ciegos.
Encadené sus alas a mis manos
para arrastrarlos al delirio y la vergüenza.
Pero fue inútil mi prédica en sus vientres
y mi canto en sus entrañas.
Solamente me abandonaron,
como tantas veces,
como tantos otros.
Me faltaba el aliento,
me sobraba violencia.
2
Esta es la sombra que pende del rostro
cuando el alma se empoza en las calles.
Esta es la cicuta, mujer desnuda,
furia enfebrecida,
bestiecilla diminuta que arrebata el sueño
al niño ausente.
El árbol fue cortado por la mano
presurosa de un dios maligno,
la suerte del poniente
es una fruta en la memoria.
Cuando los paraísos se derritan
en tu boca entumecida,
sabremos reprochar los llantos,
doblegar las mentiras,
acariciar el cordero.
Estas ciudades son vestigios
de un nombre lejano e inmortal.
Son eco sus paredes
de mundos subterráneos e invisibles.
Las calles de piedra roja
esculpen la miseria
y la desidia.
Nada queda en el mundo
cuando caen las guillotinas
sobre el pecho inmolado
de un silencio impostergable.
3
La tarde se ha quedado
quieta en la punta de un recuerdo inútil.
Todos los sueños son capaces de evadir el engaño,
la brutal e imposible palabra revelada.
De tu nombre al mío
existe la eternidad sin paradojas,
pura y etérea,
vertida en un tazón de miel,
en una fuente de leche
que se ha secado por el sol perpetuo.
Las sílabas resuenan,
hacen eco de miserias sorprendidas.
En los confines del silencio,
habrán de reencontrarse
cuando todo el pasado y el tiempo
sean, por fin,
una sola esencia con el mundo.
He visto el paraíso.
Sentado en lo alto
de la torre más alta,
contemplé a los mendigos
desvanecerse por el viento,
arrodillarse ante obscenos ventanales
que iluminan las calles de los muertos.
En medio de atribuladas cinturas
pude escuchar el rumor de los días,
la sabia beatitud de los ancianos.
Me di vuelta ante tus ojos
para desnudarme como si fuese
una paloma enferma.
Ángeles moribundos
tocaron a mi puerta.
Presuroso abrí y cerré en su cara mi desidia.
Me arrojé a los precipicios
de la última estirpe de borrachos ciegos.
Encadené sus alas a mis manos
para arrastrarlos al delirio y la vergüenza.
Pero fue inútil mi prédica en sus vientres
y mi canto en sus entrañas.
Solamente me abandonaron,
como tantas veces,
como tantos otros.
Me faltaba el aliento,
me sobraba violencia.
2
Esta es la sombra que pende del rostro
cuando el alma se empoza en las calles.
Esta es la cicuta, mujer desnuda,
furia enfebrecida,
bestiecilla diminuta que arrebata el sueño
al niño ausente.
El árbol fue cortado por la mano
presurosa de un dios maligno,
la suerte del poniente
es una fruta en la memoria.
Cuando los paraísos se derritan
en tu boca entumecida,
sabremos reprochar los llantos,
doblegar las mentiras,
acariciar el cordero.
Estas ciudades son vestigios
de un nombre lejano e inmortal.
Son eco sus paredes
de mundos subterráneos e invisibles.
Las calles de piedra roja
esculpen la miseria
y la desidia.
Nada queda en el mundo
cuando caen las guillotinas
sobre el pecho inmolado
de un silencio impostergable.
3
La tarde se ha quedado
quieta en la punta de un recuerdo inútil.
Todos los sueños son capaces de evadir el engaño,
la brutal e imposible palabra revelada.
De tu nombre al mío
existe la eternidad sin paradojas,
pura y etérea,
vertida en un tazón de miel,
en una fuente de leche
que se ha secado por el sol perpetuo.
Las sílabas resuenan,
hacen eco de miserias sorprendidas.
En los confines del silencio,
habrán de reencontrarse
cuando todo el pasado y el tiempo
sean, por fin,
una sola esencia con el mundo.
Comentarios
Un cordial saludo (dos)
Hay algo para usted en nuestro blog LUZ DE PIEDRA. http://luzdepiedra:blogspot.com