Ir al contenido principal

Elizabeth Bishop: una villanela


Un arte

El arte de perder no es complicado;
tantas cosas parecen dispuestas a perderse
que su pérdida no es una tragedia.

A diario pierdan algo. Acepten la angustia
de perder las llaves, de las horas desperdiciadas.
El arte de perder no es complicado.

Practiquen perder más cosas y más rápidamente:
lugares, nombres, a dónde pensaban viajar.
Ninguna de estas cosas provocará un desastre.

Perdí el reloj de mi madre. Y mi última casa,
o la anterior, de tres casas que he amado bastante.
El arte de perder no es complicado.

Perdí dos ciudades, muy queridas,
un par de reinos, dos riachuelos y un continente.
Y los extraño, pero no fue un desastre.

Incluso si te pierdo (la risa socarrona,
un gesto que amo) no habré mentido. Es evidente
que el arte de perder no es complicado
aunque a veces parezca (¡escribilo!) un desastre.


(Trad. Gustavo Solórzano Alfaro, 2010)

Otros poetas

Comentarios

Cristián Marcelo ha dicho que…
Me gusta la traducción, Gustavo, solo le tengo un pero. El verso Luego practiquen más cosas perder y más rápido, no me gusta, preferiría que dijese: Luego practiquen perder más cosas y más rápido. Me parece más natural en español, pero si la traducción es literal, qué le vamos a hacer.

Saludos!
Pelele ha dicho que…
Esto está para que Daniel Santos o Agustín Lara o Jose Alfredo le pongan musiquita.

¡Salud!
guisela vargas ha dicho que…
Gustavo, que buen texto...no lo conocia,.
puertas abiertas a mi hogar lapuntadelicebergcr.blogspot.com
Gustavo Solórzano-Alfaro ha dicho que…
Cristian: me alegro de que te guste. Ahora, la traducción no es literal. Traté de mantener al menos un sentido métrico, por eso lo traduje en alejandrinos (aunque de seguro hay alguno chueco), de ahí el hiperbatón, para mantener el acento en la sexta sílaba. Si lo cambiamos al sentido más "español", el acento se pasaría a la sétima.

Pelele: captaste la idea detrás del post. Un poco ese era el espíritu.

¡Salud!

Macizo: sí, un gran poema. Espero no haberlo estropeado mucho.

Guisela: Bishop es una importante poeta gringa, con muy buenos textos. Recomendada.

Saludos a todos y gracias por pasar
Gustavo Solórzano-Alfaro ha dicho que…
Cristian: me puse a darle vueltas al asunto y cambié un par de versos, incluido el que señalaste. Ayer, primero ensayé una versión libre, pero la quité y pensé que era el colmo que siendo una villanela no pudiera hacer una versión más o menos clásica, al menos en el metro. Entonces me puse a hacer esta a ver qué tal salía y que pensaba el estimable público.

Saludos
Fede Federer ha dicho que…
El arte de perder suele ser algo tan cotidiano que puede degerar en lo pueril. Interesantes versos.

Saludos...
FRANK RUFFINO ha dicho que…
Poeta Gustavo Solórzano:

Qué buen poema de Bishop, y tu traducción excelente, siempre diáfana y con los vocablos correctos, propicios!

Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,

Frank.
juan carlos olivas ha dicho que…
Hola Tavo,
este es uno de mis poemas favoritos de la Bishop. Interesante traducción.

y recuerda: "The art of loosing isn't hard to master..."

PD: este es el epígrafe principal de un libro mío que tengo por ahí...

Abrazos!
Gustavo Solórzano-Alfaro ha dicho que…
Aldo: bienvenido a esta casa. Sí, el arte de la pérdida es complicado, y doloroso.

Frank: así es, gran poema. Me alegro de que te haya gustado.

Juan Carlos: "no es difícil de dominar", pero eso se lo dice uno a uno mismo para tratar de sobrellevar la pérdida.

Ya veremos tu libro.

Saludos a los tres y gracias por pasar

Entradas populares de este blog

“Fairytale of New York”: un clásico para Navidad

  Spotify me dice que la canción que más escuché este año fue “Tiny Tears”, de Tindersticks. Lo que no sabe es que fue “Fairytale of New York”, de The Pogues, incansablemente, pero en YouTube.   ***   El jueves 30 de abril de este año pandémico sobrepasábamos ya los 50 días de cuarentena. Ese día, Abel Limbrick subió un cover de “Rainy Night in Soho”, de The Pogues. La cuestión es que durante el confinamiento he pasado escuchando a este grupo inglés de punk celta. Aunque más bien, debería decir que he pasado escuchando incansablemente “Fairy Tale of New York” (1987): en videos, en audio, en vivo, covers, etc.. Es decir, que he pasado moqueando. Qué canción más hermosa. Terriblemente hermosa. Una obra maestra.   ***   Parece que los ingleses son expertos en dejar llegar sus mejores canciones apenas al segundo lugar. Sucedió con “Strawberry Fields Forever”, en 1967. Veinte años después sucedió lo mismo con esta pieza de The Pogues. Y en 1995 pasó de nuevo, con “Common People”. Curiosamen

Queen: "Bohemian Rhapsody"

Dos años y medio. 200 entradas. Para celebrar: “Rapsodia bohemia”, de Queen. Tres notas introductorias 1. En una ocasión, Roger Waters afirmó que probablemente los dos únicos escritores y compositores que estaban por encima suyo eran John Lennon y Freddy Mercury. Uno más, uno menos, concuerdo de alguna forma con él. Esto se hace evidente si además me atrevo a señalar que las mejores canciones de la historia de la música popular anglosajona sean, en este orden, “A Day in the Life” , “Bohemian Rhapsody”, “Shine on You Crazy Diamond” y “Stairway to Heaven” (la lista sigue, claro). 2. "Rapsodia bohemia" es definitivamente un tema excelente y una grabación pionera, innovadora. No solo lleva a nuevos territorios la estructura múltiple en la canción popular, sino que grabar tal visión (especialmente las voces) requería llevar al extremo las posibilidades que un estudio de mediados de los años setenta ofrecía. 3.    Queen ha sido catalogado usualmente como parte del mo

Una defensa del ardor

El buen amigo Gustavo Adolfo Chaves me envió hace unos días algunos ensayos del poeta polaco Adam Zagajewski , que pertenecen a su libro A Defense of Ardor [Una defensa del ardor], título tomado del primer ensayo del volumen. En términos generales, Zagajweski hace, a mi juicio, uno de los mejores análisis de la estética de nuestro tiempo. En sus amenas y delicadas páginas, explica la ambivalencia o tensión que se genera entre el ardor (preferiría llamarlo pasión) y la ironía. El primero será el material del cual ha partido la poesía y el arte en general, mientras que el segundo sería el signo más llamativo de nuestra contemporaneidad. La idea central de este primer ensayo, y del que le sigue, “The Shabby and the Sublime” [Lo sublime y lo raído], es que no podemos hacer poesía solamente con el ardor, pero mucho menos podemos hacerla solamente con la ironía, por lo que las relaciones entre ambos, ese punto intermedio, que nos salvaría de la locura o del aburrimiento (parafraseando sus