
1
y en ellos encontré de nuevo la esperanza:
vacía y seca, pero nueva;
terrible y muda, pero grande.
Acostado, de pie, sentado o aburrido,
me dediqué a buscar las horas,
los sueños, los recuerdos,
y solo respondieron por ellos
las páginas inconclusas de la muerte.
vetustos según decía,
habitaban las llamas secretas de mi pasada historia:
cada instante estuvo siempre en esas letras,
cada letra era un nombre antiguo
equivalente y total de la tristeza.
Descubrí así la mentira, pude decir “Yo” de nuevo,
pude hablar con mi sombra como hacían antaño los poetas,
como añoramos aún a pesar de los tiempos y las modas,
a pesar de que nada importa y todo esté perdido.
¿Quién podría jurar, por la sangre y por el miedo,
que sabía que el tiempo estaba escrito?
Nadie supo jamás de las distancias,
nadie me acompañó en mi viaje mortal hasta la noche.
No dijo mucho porque sabía que su nombre
me borraría para siempre de
Me dio más tiempo, me dio más vida,
como un miserable me concedió el dolor de sufrir más.
pero no la noche,
la noche final que tanto busco,
el momento fugaz de la derrota,
la mortal encrucijada y la mañana.
Hoy leo esta página y me sonrojo:
¿cómo pude conformarme con eso?
No hay más poesía que eso.
No hay poesía.
3
Está vacío el corazón que ruega por la noche.
Están negados para siempre los recuerdos.
Está sellado el aposento de tu risa.
Estoy vestido para la fiesta
y la fiesta es una nube pasajera.
Está olvidado mi rencor y olvidadas mis riquezas.
Estoy sentado en una silla de mármol
en la esquina más profunda de mi casa.
No escucho llantos ni veo las llamas desde Roma.
La mesa y la silla se ríen en mi cara.
Sé que las dos detestan mi poesía.
Mi perro ladró cuando partí.
¡Qué feliz debió estar!, pues no tengo perro
y las mascotas en realidad me parecen mala idea.
Tomo un libro y leo:
más tus labios
que mis libros.
ese día salvaste a todos los ignorantes,
igual que el monje medieval que nos regaló el cielo
y nos condenó a la estulticia cuando olvidó su latín:
“non intelegere cum legere.”
arropados los instantes y la memoria en remojo.
Todo está guardado, perdido y olvidado.
pero jamás como hoy me duele tanto.
He estado enfermo muchas veces,
pero jamás como hoy leí tanto.
He estado enfermo muchas veces,
pero nunca enfermo como hoy lo estuve.
Comentarios
Puede que una que otra imagen me saliera sobrando (como en la parte uno, estrofa cinco, verso cuatro) pero eso no merma su belleza. La parte dos es una transición muy bien lograda.
Felicidades Asterión.
Alexánder: gracias por tus palabras. Tenés razón en cuanto a cosas que sobran, lo cual siempre me pasa, y como es usual, este poema originalmente era mucho más extenso.
La parte dos me gusta mucho y probablemente sea lo mejor, si es que hay algo bueno; y es uno de sos intentos por buscar cosas nuevas. El poema es del 2004.
Alejandra: igual que tu comentario, pues es la primera vez que te noto ese tono exaltado, lo cual me halaga.
Gracias a los tres por leer y comentar.
Por recursos, por tonos, por la referencia y por la interacción con Prevert.
Me gusta.
Un saludo!
UN ABRAZO.
Gracias por visitar y comentar.
mira yo creo que puede llegar a haber editores autogestivos
y que la categoria de independiente para habalr de una pyme del libro es un error
pero es asi no?
Juan: el tema de los libros y su relación con la feclidiad atraviesa muchas historias. Y como en el apócrifo de Borges, lo que está en juego aquí es el dicho anglo Ïgnorance is a blessing¨
Pistol Packin Mamma: un gusto y muy refescante, y más bien gracias a vos por pasar. Usualmente cuando viene un extranejro y tiene amigos o conocidos, habla maravillas. A lo mejor muchas cosas te gustaron, pero en poco tiempo viste los ¨secretos¨.
Un editor podría llamarse independiente, para empezar, si no depende de la venta de eso que edite. En tanto dependa y venda, es privado, cierto, es pyme, y está, pero pongamos los nombres como son.
Gracias a los tres por pasar y comentar.
Gracias.
Cuando leo un texto, cuento o poema, que no conozco lo primero que intento hacer es no mirar quien lo escribe y dejarme llevar por la corriente del texto. No sé quien escribe este poema... si puedes mandarme un enlace donde pueda leer más textos de su autor me harías todo un regalo.
Saludos desde Mérida-Venezuela. Jabier.
Casa de los Cuentos: el poema es de mi autoría, y en este mismo blog podrás encontrar otros textos, tales como "Fijeza de los trenes", "El bolero de Abaddón", "Paraísos", "Retrato (del artista adolescente)", por ejemplo.
Asìmismo, en la columna derecha hay links para revistas y sitios, y en varios han aparecido mis poemas.
Si querés datos más precisos, con mucho gusto.
Gracias por pasar y comentar.
"Descubrí así la mentira, pude decir “Yo” de nuevo,
pude hablar con mi sombra como hacían antaño los poetas,
como añoramos aún a pesar de los tiempos y las modas,
a pesar de que nada importa y todo esté perdido."
Es una declaración poética muy directa y efectiva. De hecho, este es uno de los primero poemas tuyos que he podido leer con seguridad, versos a verso, porque el sentido se mueve y las imágenes, en su mayoría, no lo interrumpen.
Tal vez por eso no entendí la función de esa reflexión en forma de hai-ku que está en la parte 2. ¿Cómo se conecta la enfermedad que abre y cierra el poema con la cobardía que el hablante confiesa a medio camino?
Creo, finalmente, que no hay nada perdido. Uno puede añorar esas charlas con la sombra (y de hecho mucho de esa "tristesse de écriture" es una continuación de esa conversa), pero el mundo no sólo es sombra. Están Prevert, los labios, los helados y la naturaleza para extender el diálogo. Más de cien mentiras que valen la pena. Menos ego, com dijo alguien. Menos ego.
Alguien por aquí ha estado sufriendo radiaciones borgeanas, pero por todo lado la prosodia de este poema me grita con los ecos del ciego de Buenos Aires.
Ahora, ya en el papel de lector, puedo pensar en que la literatura como paliativo, como bálsamo, es insuficiente, y que refugiarse en ella o tenerla como oráculo, tampoco aporta nada a nuestra precaria condición humana (ya me puse griego trágico). Por eso, el final de la segunda parte plantea un gesto irónico, crítico: el hablante es un ingenuo si ha puesto su fe en los libros.
Así las cosas, la segunda parte sería la constatación de que no hay nada, o de que nada, ni la literatura, sirve para algo.
Luego, la tercera parte evidentemente, como en una sonata, recoge los temas y cierra.
Pensando otra posibilidad, a raíz de lo que hemos comentado sobre Herbert, pienso que podría leerse como una crítica contra los libros, que son muralla o refugio, en lugar de tomar acciones más directas y concretas.
Pero bueno, todo esto son lecturas a poteriori, pues nunca tengo idea de los ¨temas¨ de mis textos.
Lo del hai-ku, ahora no recuerdo si fue consciente o no, pero creo que no, y me sorprende ver que el primero y tercer verso son pentasílabos, y el segundo, jugando con las licencias, podría ser heptasílabo.
En fin, que tampoco creo que todo esté perdido y gracias por tu comentario, me alegra que te haya gustado el texto.
Leandro: bienvenido de nuevo por estos predios. Me halaga la palabra ¨intenso¨ y que te haya gustado el poema.
Saludos y gracias por visitar.
Un saludo desde Colombia y por una afinidad en Letralia te hallé
Saludos y gracias por comentar.
Saludos y gracias por pasar.