Ir al contenido principal

Esteban Ureña: un poema y dos fragmentos

Mi amor por vos es copia…

a E. S.

Mi amor por vos es copia
de un amor más grande,
reflejo de un amor más grande,
vislumbre de algo que no se llama Dios
ni eternidad ni locura,
algo más inmediato
e invisible.

Pero mi cuerpo, turbio a estas razones,
se niega a caer en el placer
que la repetición le abre.
Afuera pasan los payasos
con sus chilillos de pólvora
y por mi ventana asoma su ojo
la giganta
buscando al insignificante diablo.

Hoy, mi amor por vos he regalado
a mi rostro su verdadera máscara
y la giganta huye con un remolino
en brazos; ya no su hijo
sino al río lleva en ellos.

Llevo tu nombre, el otro,
oculto en la mano;
dulzaina en llamas
envuelta por mi cuerpo
cayendo en la hondonada.

Pp. 19-20

I

Terco malevaje,
cesura siempre,
ironía rota contra las palabras.

La imagen
nunca más
sino la sombra que envuelve
un retrato de mi padre
donde cierra los labios
su húmedo marfil
contra mi frente.
No saliva
sino sílaba,
cruel multitud.

Hacerte hablar
como un autómata.
Echarte agua en el piquito,
recoger tu excremento,
aplaudirlo con gesto
volteriano.

Cenar con apetito
mientras madre
te come vivo.

El lunar
que alguna vez fue tu sexo,
tu carta atroz,
el día en que Tito
te llevaba a enterrar
sonriendo
con resignación.

Ya no te defendés
contra la lluvia
lavándote
la carne.

Sos chiquito,
mirás cómo cae la tarde
y preferís encerrarte en el ropero.

II

De dónde esta alegría
al oír mi condena a muerte.

Tal vez de tu rostro,
padre amado,
de su sombra.

Crezco con esta muerte
que me viene a sorprender
cuando creía todo perdido.
Golpe del azar,
afán terrorista de la civilización,
¿qué más da?

Me muero
y no podés evitarlo,
bajás la cabeza.

De “La raíz de la mandrágora”, pp. 113-115

Textos tomados de Bestiario de amor

Esteban Ureña (San José, 1971). Poeta, profesor y editor. Realizó estudios de Filología Española y Literatura Latinoamericana en la Universidad de Costa Rica (UCR). Fue miembro del Taller de Literatura Activa Eunice Odio y del colectivo Octubre-Alfil 4. Actualmente trabaja como editor de libros de texto. Publicó el poemario Bestiario de amor (San José: ECR, 2004), y tiene otro inédito: “Minutos después del accidente”.

Comentarios

Mon ha dicho que…
I y II:
Me parecen un mismo poema (¿lo son?). Si dijera que me gustaron me sentiría bizarra y sadomasoquista. Percibo una escritura catártica, tranquilamente catártica, de aceptación de la muerte, sin eufemismos.

De "mi amor por vos es copia" solo puedo decir, con frustración: ¡Qué loquera!
Anónimo ha dicho que…
Efectivamente, como se indica, I y II son las dos primeras partes del poema "La raíz de la mandrágora", último poema del libro en cuestión.

Me divierte mucho tu comentario y me deja esperando una explicación, jeje: ¿bizarra y sadomasoquista? ¿Frustración?

Un abrazo.
Carolina ha dicho que…
Gustavo, vine a buscar la mosca pero no la encontré. Acaso ¿está escondida en el ropero?
Anónimo ha dicho que…
Carolina:

Alguien la espantó, definitivamnte, jaja.

Lo que decía es que en otros poemas del libro aparecían moscas, no en este, pero para que no quedés antojada, aquí va uno:

"No alcanza la plata para el viaje astral"

Virgilo se acerca con la mosca atada a un hilo.

La musa es invisible desde lejos.
El balaneco autónomo de un hilo
hace suponer la cadena de Cerbero
o un filamento de Keter Elyon.

De cerca, la mosca se ve triste y alegre.
La sonrisa de súplica. Panoptes de ojos sucios.

Virgilo coronado pasea su quimera.
Los vecinos temen y envidian sus tratos
con el mundo subterráneo.

Cuando se acerca, disimulo un poco.
Miro la mosca de reojo, me alejo de nuevo
y recobro el monstruo tan temido,
el mismísimo Signo de la Ausencia.

¿Alguien sabe qué quiere la mosca?
¿Qué bicho le muerde la oreja
mientras Virgilo duerme?

Virgilo cosecha los laureles
y la mosca escribe,
escribe.

Esteban Ureña, de "Bestiario de amor", pp. 67-68.
Carolina ha dicho que…
Gracias, Gustavo, ahora ¿será que sale un duelo de moscas?
depeupleur ha dicho que…
Sin palabras, como decía Borges que nos debía dejar un poema. Este libro, y en particular La raiz de la mandragora, es inolvidable, temible, extraño y hermoso.

La mosca en cuestión, no es cualquier mosca; sino la mosca de Virgilio.
Anónimo ha dicho que…
Así es, Juan, un poemario muy logrado, con una voz particular. En ese sentido, imagino que no soy el único al que le gustaría ver publicado el próximo libro de Esteban.
Alexánder Obando ha dicho que…
Y con lo difícil que se vislumbra arrancarle a Esteban Ureña su segundo poemario de la mesa de trabajo. En fin, tal vez se pueda.

Lo que más me gusta de estos poemas es que parecen bloquearme la lógica con la lógica misma, lo que me deja con una sola opción: percepción onírica y sensorial.
Mon ha dicho que…
Las explicaciones se vuelven serias, divertite con tus propias deducciones del comentario que, si te hizo gracia, probablemente ya dedujiste bien.
Anónimo ha dicho que…
Álex: curiosamente, a mí me parecen poemas conceptuales, estructurados sobre una intertextualidad muy rica que permite seguirle una pista lógica. Ahora, no significa que sean "fríos": "tal vez de tu rostro,/ padre amado,/ de su sombra". Hermoso.

Mon: está bien, me quedo con mi diversión y con la ambiguedad.

Saludos a todos y gracias por la visita y sus comentarios.
Mon ha dicho que…
No quería cansar con más comentarios,pero me gustaría apoyar la opinión de Alexander. La frustración que sentí con el primer poema fue, precisamente, no poder "armarlo" desde mi propia lógica.
I y II, por el contrario, me parecieron, sí hermosos, pero incisivos, con imágenes tan claras que hieren la susceptibilidad desde el recuerdo.
Anónimo ha dicho que…
Pensé que "malevaje" era un término del "argot" argentino. Me gustaron los poemas.
Gustavo Adolfo Chaves ha dicho que…
Yo también soy de los que esperan los "minutos después del accidente", pero no desespero porque Esteban es de los pocos que prefieren publicar un libro bueno cada muerte de obispo que un libro inútil con cada puesta de sol. Estoy de acuerdo con Álex sobre los retos que la lógica presenta a la hora de leer a Esteban, pero esa música labrada de sus versos es una de las cosas que mejor me transmite un sentimiento certero en sus poemas. Certero porque no prescinde de la inteligencia. Julito Acuña me presentó "La raíz de la mandrágora". Es una de las muchísimas cosas por las que siempre le estaré agradecido. Luego fui alumno de Esteban, y así puedo decir que el buen karma está conmigo.
Anónimo ha dicho que…
Janfiloso: tenés razón, "malevaje" es propio de Argentina y Uruguay, pero ya oficializado por la RAE. Gracias por pasar.

Tavo: es sumamente maduro el libro de Esteban, y eso se agradece, definitivamente. Creo que sería asunto de nunca acabar ver las imprudencias adolescentes que cometemos.

En cuanto a "minutos" me pica, me pica, pero mejor prudencia, como la de Esteban.

Saludos.

Entradas populares de este blog

Un poema de Laureano Albán

Dedicado a Anónimo Inventarios terrestres A Antonio Enrique Hay delgadísimos sonidos entre las cosas y sus muertes, como un violín sonando mientras se hunde en un agua interminable. Hay casas en donde las ventanas arden siempre y la noche no puede abandonarlas. Hay tu rostro y mi mano y la incierta pasión de reunirlos. Hay un plancton solar en los cuerpos amantes que el mar no ha conocido ni comprende. Hay músicas en mí que nunca podré darte. Hay la desolación y el rostro que la aguarda. Hay pájaros ardiendo desbandados desde el canto hasta la muerte. Hay posesiones últimas, pulpas lunares, ríos que irrumpen verticales a las horas. Hay lejanías, ellas todo lo envuelven en su vasta memoria deletérea. Hay bosques esperando, como una explosión inaplazable debajo de las calles por su aire. Hay objetos mortales, espejos agresivos alrededor del hombre que no duerme. Hay flores y su fulgurante devoción. Hay el polvo y su rostro de tempestad. Riadas que se sumergen en las mareas del viento. Ad

The Beatles IV: "A Day in the Life"

Contrario a la introducción del programa Los cuatro grandes ,  de Súper Radio, en los 102. 3, del FM estéreo, hace cuarenta años terminó la historia . Así es, y el próximo sábado 10 de abril se conmemoran los cuarenta años de la disolución de The Beatles, el mejor grupo musical anglosajón del siglo XX . Por eso, hoy queremos continuar nuestro recorrido por su catálogo , y nada más y nada menos que con la que muchos consideran su mejor canción: “A Day in the Life”. Un tema genial, único, clásico desde todo punto de vista (lírico, musical, técnico, de producción, etc.), una verdadera obra maestra de la música popular contemporánea, que rompió esquemas y terminó de poner a todo mundo en guardia, porque ¿qué más se podía hacer después de esto? El cierre perfecto para el álbum más importante de la era del rock : el Sargento Pimienta . Ficha técnica Título: “A Day in the Life” (canción) Duración: 5´ 08 s (indefinidamente) Fechas de grabación: 19 y 22 de enero, y 3 y 10 de febrer

“Fairytale of New York”: un clásico para Navidad

  Spotify me dice que la canción que más escuché este año fue “Tiny Tears”, de Tindersticks. Lo que no sabe es que fue “Fairytale of New York”, de The Pogues, incansablemente, pero en YouTube.   ***   El jueves 30 de abril de este año pandémico sobrepasábamos ya los 50 días de cuarentena. Ese día, Abel Limbrick subió un cover de “Rainy Night in Soho”, de The Pogues. La cuestión es que durante el confinamiento he pasado escuchando a este grupo inglés de punk celta. Aunque más bien, debería decir que he pasado escuchando incansablemente “Fairy Tale of New York” (1987): en videos, en audio, en vivo, covers, etc.. Es decir, que he pasado moqueando. Qué canción más hermosa. Terriblemente hermosa. Una obra maestra.   ***   Parece que los ingleses son expertos en dejar llegar sus mejores canciones apenas al segundo lugar. Sucedió con “Strawberry Fields Forever”, en 1967. Veinte años después sucedió lo mismo con esta pieza de The Pogues. Y en 1995 pasó de nuevo, con “Common People”. Curiosamen