“Waltzing Mathilda” es una canción popular, compuesta por Banjo Paterson. Los australianos la consideran su himno nacional no oficial. El tema habla de un hombre que vaga por el mundo, y tiene esa característica nota melancólica. En jerga, “waltzing” es sencillamente “caminar”, y “waltzing Mathilda” sería irse de viaje con las pocas pertenencias en un hatillo. Respecto a la expresión, hay muchos otros detalles en los que no me detendré aquí.
Esta es una versión libérrima, diría yo, de la letra de esta canción de Tom Waits (quien a su vez toma elementos propios del tema original y de otras versiones). Un intento apenas (bastante fallido, tengo la impresión), motivado siempre por la curiosidad de los posibles significados de la expresión “waltzing Mathilda”. Cambios, reclamos, sugerencias o regaños, siéntanse libres de comentar.
El blues de Tom Traubert
(cuatro partituras al viento en Copenague)
Arruinado y herido
(aunque eso no fuera profetizado por la luna),
obtuve aquello por lo que pagué.
Ey, Frank, te veo mañana,
¿podés prestarme un par de monedas
para irme a vagar por el mundo?
Soy una víctima inocente en un callejón sin salida
y estoy harto de estos soldados que yacen aquí.
Ninguno habla inglés, todo está destruido
y mis zapatos están completamente empapados.
Ahora ladran los perros
Esta es una versión libérrima, diría yo, de la letra de esta canción de Tom Waits (quien a su vez toma elementos propios del tema original y de otras versiones). Un intento apenas (bastante fallido, tengo la impresión), motivado siempre por la curiosidad de los posibles significados de la expresión “waltzing Mathilda”. Cambios, reclamos, sugerencias o regaños, siéntanse libres de comentar.
El blues de Tom Traubert
(cuatro partituras al viento en Copenague)
Arruinado y herido
(aunque eso no fuera profetizado por la luna),
obtuve aquello por lo que pagué.
Ey, Frank, te veo mañana,
¿podés prestarme un par de monedas
para irme a vagar por el mundo?
Soy una víctima inocente en un callejón sin salida
y estoy harto de estos soldados que yacen aquí.
Ninguno habla inglés, todo está destruido
y mis zapatos están completamente empapados.
Ahora ladran los perros
(el taxi está parqueado),
y sé que ellos podrían hacer mucho por mí.
Te ruego que me clavés el puñal,
y entonces vos rasgás mi camisa
y yo caigo arrodillado esta noche.
Asombrado por el añejo licor enterraste la daga,
y la silueta en la ventana apagó las luces
para ise a vagar por el mundo
y uno se va a vagar con ella.
Después de besarla perdí mi medalla de San Cristóbal,
y esto lo saben las máquinas tragamonedas,
los chinos rebeldes, los rótulos desalmados
y las muchachas de los espectáculos desnudistas.
“No, no quiero tu compasión”, dijo el fugitivo,
pues ahora las calles no son para soñar,
y las redes de homicidas y los fantasmas que venden recuerdos
quieren su tajada del negocio sin importar cómo.
Y podés preguntarle a cualquier marinero,
o al carcelero por las llaves,
o a los viejos que ahora están en silla de ruedas,
o a Matilda, la acusada,
por haber matado a unos cien
y ella te seguirá donde quiera que vos vayás.
Y mi hatillo es una maleta vieja y estropeada
en algún hotel perdido y una herida que nunca sana.
No soy quisquilloso, aunque el perfume impregne
la vieja camisa manchada de licor y de sangre.
Buenas noches a los barrenderos,
a los vigilantes nocturnos que cuidan la llama,
y también buenas noches
a este hatillo que me sirve de almohada.
y sé que ellos podrían hacer mucho por mí.
Te ruego que me clavés el puñal,
y entonces vos rasgás mi camisa
y yo caigo arrodillado esta noche.
Asombrado por el añejo licor enterraste la daga,
y la silueta en la ventana apagó las luces
para ise a vagar por el mundo
y uno se va a vagar con ella.
Después de besarla perdí mi medalla de San Cristóbal,
y esto lo saben las máquinas tragamonedas,
los chinos rebeldes, los rótulos desalmados
y las muchachas de los espectáculos desnudistas.
“No, no quiero tu compasión”, dijo el fugitivo,
pues ahora las calles no son para soñar,
y las redes de homicidas y los fantasmas que venden recuerdos
quieren su tajada del negocio sin importar cómo.
Y podés preguntarle a cualquier marinero,
o al carcelero por las llaves,
o a los viejos que ahora están en silla de ruedas,
o a Matilda, la acusada,
por haber matado a unos cien
y ella te seguirá donde quiera que vos vayás.
Y mi hatillo es una maleta vieja y estropeada
en algún hotel perdido y una herida que nunca sana.
No soy quisquilloso, aunque el perfume impregne
la vieja camisa manchada de licor y de sangre.
Buenas noches a los barrenderos,
a los vigilantes nocturnos que cuidan la llama,
y también buenas noches
a este hatillo que me sirve de almohada.
Trad. de Gustavo Solórzano Alfaro. Versión original en Tom Waits, Small Change, Estados Unidos: Asylum Records, 1976, tema 1.
Comentarios
No he visto la película, pero entre varias posibilidades, propongo "irse de farra" (por la ciudad cuando es uno) o "dar un paseo real" (en referencia a la monarquía británica).
Pero bueno, aquí el traductor oficial es mi tocayo. Yo solo me impregno de su espíritu y cometo atrocidades como estas.
Vos dirás si sé mentir.
Vengo a agradecerte el comment que pusiste en mi post sobre los anónimos en LLP. Inteligente y util, gracias. Me pareció mas prudente agradecerlo aquí, porque si no parece "autobombo".
Primera vez que entro a tu blog, lo guardo en favoritos y prometo volver; la primer visita me impresionó; es un muy buen blog, felicitaciones.
Y por cierto nos vemos mañana. Un saludazo.
Más bien, gracias a vos por tu visita y por tu apreciación de esta casa. Sos bienvenido.
Saludos.
Warren: hace rato no pasabas, pero sé que estás pendiente de tu libro, como debe ser, así que nuevamente felicidades y mañana estaré ahí. Suerte en todos los preparativos.
Para los que crean que es fácil, yo, que he pasado por ello, confieso que se suda sangre traduciendo una canción. Y si es de Tom Waits, más... :)
O sea, que la encuentro correcta. Ya saben los de las discográficas a quien llamar, por si recuperan la costumbre de traducir las canciones ;)
Un saludo.
Lo que sucede con esta canción, y creo que en general con Waits, como expliqué en el post sobre Cohen, es que tiene una estructura más libre, aunque pensándolo mejor, diría más narrativa. Entonces, no sé, cuando la leo, me cuesta encontrarle el ritmo. Y hasta ahora que vengo y repaso, me doy cuenta de que eliminé por completo la rima, sin darme cuenta.
Iré a probar algunas rimas.
Saludos.