"Marcha de las Putas" en Costa Rica
Día: domingo 14 de agosto de 2011
Lugar: inicia frente a la catedral, San José centro
Hora: de 10:00 a.m. a 12:00 m.
“¡NO es NO!” es el lema de esta marcha convocada por activistas feministas, en contra del hostigamiento y la violencia sexual y en repudio a las declaraciones de Francisco Ulloa, obispo de la Iglesia Católica de Costa Rica y de Francisco Robles, cardenal mexicano, dadas el pasado 2 de agosto, en la ciudad de Cartago.
El control sobre los cuerpos de las mujeres es uno de los mecanismos históricos de opresión patriarcal. Se sostiene sobre el prejuicio sexista de que somos las mujeres las que provocamos la violencia física y sexual, ejercida por los hombres. Esta idea falsa se sigue promoviendo en la cultura machista, que considera como respetables únicamente a las mujeres que se someten al orden social patriarcal. Las mujeres que no obedecen los mandatos del poder masculinista hegemónico son castigadas a través de la violencia, la cual sigue cobrando vidas de mujeres, día tras día, en nuestro país. Las frases comunes son: “Se lo buscó por andar vestida como puta”, “Si se viste así, es porque quiere que la violen”, “Si anda en esos lugares, está buscando problemas”, entre muchas otras.
Nuestra reivindicación es la más básica del feminismo: nosotras decidimos sobre nuestras vidas, nadie más tiene que decirnos cómo debemos vestir, qué debemos pensar o qué debemos hacer; y al contrario, es necesario enseñar a los hombres a no violar, agredir y abusar. Reclamamos nuestro derecho humano a la autodeterminación, al respeto por nuestras elecciones de vida y exigimos que el Estado cumpla con sus obligaciones del derecho internacional de los derechos humanos, dirigidas a erradicar todo prejuicio discriminatorio contra las mujeres, basado en las concepciones opresivas de género.
Toda mujer tiene derecho a pensar, vestir y hacer con su vida lo que ella desea, según su proyecto de vida libremente elegido. Nadie tiene justificación de violentar a una mujer, bajo ninguna circunstancia. Hombres y mujeres somos libres y tenemos derecho a construir nuestros proyectos de vida, con respeto hacia las demás personas. Los comentarios de Ulloa y Robles son irrespetuosos hacia las libertades fundamentales de las mujeres. Nuestro valor no reside en nuestro útero: la maternidad es una decisión, una elección que debe hacerse en el más estricto apego por la libre autodeterminación. Las mujeres que no queremos ser madres somos igualmente ciudadanas que aquellas que sí han querido ejercer la maternidad. Ser madres no agrega ni quita valor o dignidad. Tampoco nos agrega ni quita valor la ropa que llevamos puesta.
Exigimos ya la erradicación de toda forma de discriminación contra las mujeres. Respetamos la libertad de expresión, pero repudiamos todo comentario misógino que pretenda justificar la desigualdad entre hombres y mujeres, que pretenda justificar el ejercicio del poder masculino sobre nosotras. Iguales derechos para todas y todos. Las creencias religiosas no pueden colocarse por encima de los derechos humanos, no por encima de las obligaciones internacionales que el Estado ha asumido, para proteger los derechos humanos, específicamente, los derechos de las poblaciones históricamente discriminadas.
Le recordamos, enfáticamente, al Gobierno de la República que debe guardar estricto respeto hacia los siguientes instrumentos internacionales de derechos humanos: CEDAW (Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer), ratificado por Costa Rica en 1986, y la Convención de Belém do Pará (Convención Interamericana Para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Contra la Mujer), ratificado por Costa Rica en 1995. En virtud de estos tratados internacionales, es obligación del Estado no tolerar ninguna forma de violencia contra las mujeres, ni en el discurso ni en el trato discriminatorio ni en acto alguno que reafirme patrones culturales opresivos hacia las mujeres.
Y reivindicamos el término puta, utilizado por la moralidad conservadora, y desde ella, para controlar socialmente a las mujeres, descargando en esta palabra todo aquello que represente desobediencia hacia sus mandatos.
Firma: Comité organizador
Firma: Comité organizador
Comentarios
http://www.proyectopatriarcado.com/es/manifest.do
Saludos
Saludos
Las pasadas palabras de Monseñor Ulloa, nuevamente me revuelven el estómago y me hacen sentir de vuelta a la Edad Media.
Si bien es cierto, con esta manifestación del domingog tal vez no se logren mayores acciones, al menos sentará un precedente de que ahora las mujeres sí podemos alzar la voz.
Lo que me extraña de todo esto, es que la Iglesia haya lanzado tales declaraciones a pesar de que tengamos a una mujer como Presidenta y, bueno, el silencio de Doña Laura lo quiero justificar como parte del juego político, pues yo esperaría que a ella también le haya causado indignación toda esta situación machista y ofensiva, justo en medio de una celebración tan tradicional para los costarricenses.
Saludos,
Katmarce--
submarinopimienta.blogspot.com
Saludos y gracias por la visita
Mirá, digo que extraña -en parte-, precisamente por un incidente que sucedió con una periodista un día que llegaron a entrevistar a la Presidenta a su casa un grupo de colegas.
Si mi memoria no me falla, D.Laura les dijo a los periodistas que no los podía pasar en ese momento a su casa y la chica en mención le preguntó si era porque no había podido limpiar la casa (una bromita algo inapropiada), a lo que la Presidenta le respondió algo así como "si fuera hombre no me haría ese comentario"...
Por eso mismo, pienso que a su condición de mujer profesional le tuvo que haber incomodado las palabras de Monseñor, pero me parece que el silencio del Gobierno -y el de ella específicamente-, en buena parte se debe a que no desean generar un enfrentamiento con el poder religioso y su estrategia es adoptar una posición neutral ante esta situación.
Saludos,
Es simplemente que me causa curiosidad que la Iglesia haya preparado un discurso con ese mensaje, justo cuando en el poder se encuentra una mujer, la primera en nuestra historia, por lo que es algo que se suponía era nuestra "ropita para dominguear" para demostrarle al mundo y a nosotros mismos que íbamos por un buen camino en cuanto a la igualdad de derechos entre hombres y mujeres.
El tema pasa por muchos factores, definitivamente.
Saludos