The Beatles IV: "A Day in the Life"

Contrario a la introducción del programa Los cuatro grandes,  de Súper Radio, en los 102. 3, del FM estéreo, hace cuarenta años terminó la historia. Así es, y el próximo sábado 10 de abril se conmemoran los cuarenta años de la disolución de The Beatles, el mejor grupo musical anglosajón del siglo XX. Por eso, hoy queremos continuar nuestro recorrido por su catálogo, y nada más y nada menos que con la que muchos consideran su mejor canción: “A Day in the Life”.

Un tema genial, único, clásico desde todo punto de vista (lírico, musical, técnico, de producción, etc.), una verdadera obra maestra de la música popular contemporánea, que rompió esquemas y terminó de poner a todo mundo en guardia, porque ¿qué más se podía hacer después de esto? El cierre perfecto para el álbum más importante de la era del rock: el Sargento Pimienta.

Ficha técnica

Título: “A Day in the Life” (canción)
Duración: 5´ 08 s (indefinidamente)
Fechas de grabación: 19 y 22 de enero, y 3 y 10 de febrero de 1967
Clave: G (sol) mayor y e (mi) menor; e (mi) mayor en el intermedio
Ritmo: 2 / 4
Álbum: Sgt. Pepper´s Lonely Hearts Club Band (lanzado en UK el 26 de mayo y en EE.UU. el 2 de junio de 1967)
Letra y música: John Lennon, con Paul McCarteny
Arreglos: The Beatles
Orquestación y producción: George Martin (con Paul McCartney y John Lennon)
Ingeniería de sonido: Geoff Emerick
Mezclas: George Martin y Geoff Emerick

Intérpretes

Ringo Starr: batería y congas (¿o maracas?)
George Harrison: maracas (¿o congas)
Paul McCartney: piano, bajo y voz principal (en la sección intermedia)
John Lennon: voz principal doblada, guitarra acústica (¿y maracas?)

Mal Evans: conteo y reloj despertador

Músicos de la Orquesta Sinfónica de Londres (doblados cuatro veces): cuerdas, maderas y metales. Dirigidos por George Martin y Paul McCartney

Secuencia del acorde final: John, Paul y Ringo, junto con su asistente Mal Evans, tocan simultáneamente un e (mi) mayor en tres pianos, mientras George Martín hace lo propio en un armonio.

Secuencia del sonido para perros: a petición de Lennon, después del acorde final Emerick coloca una cinta de cinco segundos con un sonido solamente audible por los perros. Luego agrega 15 segundos de cinta neutra.

Secuencia de voces: para cerrar, un loop de cinta elaborado con una grabación de una sección hecha en el momento, la cual presenta a los cuatro beatles y a sus asistentes diciendo disparates. Esta última sección continuaba indefinidamente en los tocadiscos que no tenían parada automática. La versión del CD contiene unos segundos de esta secuencia.

Análisis

El dato más común es afirmar que John basó la letra en una serie de anuncios y noticias del Daily Mail y otros diarios, y aunque al rastrear las fuentes tales ideas resultan evidentes, no menos cierto es afirmar que se trata de una pieza original de poesía moderna.

Del mismo modo que el resto del álbum, más que hablar sobre experiencias surrealistas, los temas giran alrededor de la vida cotidiana en una Inglaterra aún con reminiscencias victorianas, pero de lleno en “los alocados sesenta”. En este caso en particular no puede ser más notorio, pues la letra describe una serie de escenas propias de medios de comunicación, de un modo paradójico y a veces rayando en el sinsentido, muy al estilo lennoniano. Asimismo, el fragmento aportado por Paul encaja a la perfección, porque el hablante lírico se desplaza de su vida adulta, llena de problemas y contradicciones, a los recuerdos de su niñez, cuando debía despertarse de forma apresurada y correr para tomar el autobús escolar (cuando en realidad lo único que quería era fumar un pucho de marihuana). Sí, porque ese hablante lírico lo que desea es abandonar ese mundo y excitarse, elevarse, pijiarse, pegarse…

A day in the life

                                    

I read the news today, oh boy,
about a lucky man who made the grade,
and though the news was rather sad,
well, I just had to laugh,
I saw the photograph.

He blew his mind out in a car,
he didn't notice that the lights had changed,
a crowd of people stood and stared,
they've seen his face before,
nobody was really sure if he was from the House of Lords.

I saw a film today, oh boy,
the English army had just won the war,
a crowd of people turned away,
but I just had a look,
having read a book…

... I'd love to turn you on.

Woke up, fell out of bed,
dragged a comb across my head,
found my way downstairs and drank a cup,
and looking up I noticed I was late.

Found my coat and grabbed my hat,
made the bus in seconds flat,
found my way upstairs and had a smoke,
and somebody spoke and I went into a dream...

I heard a news today, oh boy,
four thousand holes in Blackburn Lancashire,
and though the holes were rather small,
they had to count them all,
now they know how many holes it takes to fill the Albert Hall,

... I'd love to turn you on...

Un día en la vida

Ay, mae, hoy leí las noticias.
Mencionaban a un tipo que había alcanzado su meta,
y aunque las noticias eran bastante tristes,
ni modo, simplemente tuve que reírme
cuando vi la fotografía.

Su cabeza salio disparada fuera del carro
pues no se dio cuenta de que el semáforo había cambiado.
Una multitud se detuvo y lo observó,
y aunque habían visto su cara antes
nadie estaba realmente seguro de si pertenecía a la Cámara de los Lores.

Uy, mae, hoy vi una película.
La Armada Inglesa acababa de ganar la guerra.
Una multitud volvió la vista,
pero yo simplemente tuve que mirar
pues había leído el libro...

Me gustaría excitarte.

Me desperté, me caí de la cama,
me pasé un peine por todo el pelo,
me lancé escaleras abajo y bebí una taza de té,
y en eso me di me di cuenta de que estaba retrasado.

Agarré mi abrigo y me acomodé el sombrero,
alcancé el bus pero una llanta se había estallado,
entonces subí las escaleras, me pegué una jalada
y alguien habló y caí en un profundo sueño...

Ay, mae, hoy escuché las noticas.
Hay cuatro mil huecos en Blackburn, Lancashire,
y aunque los huecos son bastante pequeños
tendrán que contarlos todos.
Ahora sabrán cuántos huecos se necesitan para llenar el Albert Hall.

Me gustaría excitarte.

(Traducción: Gustavo Solórzano Alfaro, 2007)

Musicalmente hablando, la estructura de la canción es de lo más llamativo, pues prefigura el estilo épico o rapsódico que encontraríamos no solo en varios de sus temas, como “Happiness is a Warm Gun” o en el popurrí de Abbey Road, sino en canciones de otros grupos, como “Bohemian Rhapsody, de Queen; o incluso en el ámbito del rock progresivo, por su carácter evidentemente vanguardista.

Un detalle importante es que no utiliza las típicas estructuras ni del grupo ni de la música popular: no tiene estribillo, por ejemplo. El tema tiene tres partes (sin contar las secuencias adicionales). La primera parte es la canción propiamente dicha, escrita por John Lennon, que contiene las cuatro estrofas principales. Estas estrofas se distribuyen del siguiente modo: primero tres de ellas juntas, y luego la cuarta, que se reserva para el final. Aquí debemos notar que cada estrofa cierra de modo distinto, tanto en la letra, como en la melodía y en los acordes. La segunda parte es la sección orquestal, que se divide en dos, y envuelve el intermedio, que sería la tercera parte, que reúne dos estrofas compuestas por Paul. Luego de estas estrofas hay un breve interludio instrumental (conocido como la secuencia del sueño), que debería incluirse como parte del intermedio.

Por otra parte la canción, como empezaría a notarse cada vez más en la producción beatleriana, no se fija en una clave, sino que se mueve entre las tonalidades de g mayor y e menor, con una serie de matices, para luego cambiar completamente a e mayor y regresar.

Dentro de los instrumentos utilizados tenemos la guitarra acústica, muy sencilla pero efectiva; un piano bastante ominoso, si se quiere; una batería absolutamente soberbia, con redobles que envidiaría cualquier baterista del mundo; congas y maracas para acompañar y por supuesto las voces, donde destaca sobre manera, como nunca, la voz de John, aún más ominosa que el piano.

La orquestación, de veinticuatro compases en total, en sus dos momentos, se inspira en la tradición académica del siglo XX, donde las disonancias están a la orden del día. Así, la partitura solo tenía dos instrucciones: dónde empezar y dónde terminar; e iniciar en el tono más bajo y finalizar en el más alto. Quizá por esta característica no es difícil imaginar que el mismo Paul compartiera el podio de director junto con Martin. Paul es un músico nato, pero es evidente que no tenía noción de cómo dirigir una orquesta.

La sesión orquestal fue filmada, pero jamás salió al aire. Sin embargo, algunos fragmentos, en los que se puede notar el ambiente festivo y a varios particulares invitados, fueron utilizados en lo que en aquel entonces se llamaba promotional film. O sea, un video. Y claro, hoy todos sabemos que The Beatles, para variar, también fue pionero en esto.

Para su álbum In my Life, de 1998, con temas del grupo, George Martin reclutó a Jeff Beck, quien hizo una excelente versión instrumental para guitarra de este tema. Aquí los dejamos con una interpretación en vivo. Y bueno, hasta la próxima canción.