Palimpsesto (a partir de Kavafis)
A la entrada del café,
un día de buen tiempo,
o de mal tiempo,
se agita un calendario
para cuando despiertes,
y así, podrás esperar,
desde las nueve de la mañana,
aquellos deseos
de los días de 1901.
El viejo
aguarda en el puerto,
mientras en la calle,
o en un pesado libro,
encuentro lo que fui
en grises páginas.
He dado al arte mi vida,
he ido a Ítaca
porque el viento jura,
en esta ciudad,
a los dioses que me abandonan.
El mar en la mañana,
con su monotonía
que muy raramente
permanece como una imagen,
me recuerda su cuerpo,
y cuando se aleja el sol de la tarde,
por las noches,
los dioses izan sus velas,
conjuran las voces,
y se hunden para siempre entre las ondas.
Potreros
Fui un niño que corrió descalzo.
(Mentira: siempre tuve zapatos).
Rectifico:
Fui un niño que corrió por potreros
verdes y mojados.
Fui un niño con zapatos, con camisa,
con frijoles y cuadernos.
Nada de eso les reprocho a mis padres.
Solamente los potreros.
Solamente los potreros.
Comentarios
Se sienten muy recientes estos poemas (muy nuevos, quiero decir; muy distintos a lo que he leído en tus libros recientes).
Nos persiguen (es un decir) Kavafis, las morsas, los potreros. ¿Será que ha llegado la hora de ensalmarse?
El viejo de tu palimpsesto: ¿llegó a Ítaca? Si sí, ¿volvió a salir? ¿Inauguraba la Ítaca alcanzada otros pretextos?
Saludos,
Avilio
Coincido absolutamente con Tavo...estos poemas se sienten muy distintos a los dos niños que echaste al mundo hace poco.
Saludos!
Y a ver, "muy recientes, muy nuevos, muy distintos", pero ¿buenos, feos, malos, aburridos, cursis, idiotas?
Luissiana: ¿Liberado el autor o el poema?, jeje. Me alegra ver que se nota la diferencia. Y sí, pues el tema (del segundo) es la infancia, claro, primera sección con cuatro poemas, que ya he puesto en este blog, y no es difícil adivinar cuáles son.
Avilio: pues sí, lo interesante será ver quién nos da caza primero.
El "viejo" aún no llega, en realidad, pero Ítaca siempre inaugura pretextos.
Macizo: la metáfora de la ventana me recuerda lo que puse la primera vez de Zagajwski, acerca del ardor y la ironía. Con el primero construimos grandes edificaciones, pero sin el segundo, dichas edificaciones serían monumentos inexpugnables. la ironía abre ventanas en esos monumentos y los vuelve habitables.
Sobre tu concordancia con Tavo A., te dejo la misma pregunta.
Saludos a los cuatro y muchas gracias por pasar, leer y comentar.
Nota: Que no se mal entienda, porsupuesto que no hay que cambiar nada.
Saludos y gracias por pasar.
Bueno, pides opinión (y te la iba a dar de todas formas)...
Palimpsesto es una de las mejores cosas que te he leído. Formalmente, por el entronque clásico, por las referencias, pero sobre todo porque conjura un mundo interior que puedo compartir fácilmente, pero está hecho sin concesiones. Otros hubieran recurrido a la imagen fácil. En cambio te muestras contenido, controlado, y encuentro que esa contención da valor al poema.
Y respecto a Potreros, no seré yo el que se meta con los recuerdos de infancia y los reproches que se le pueden hacer. Y como poema, ni está bien ni está mal, a mi criterio. Como suspiro basta, como declaración es insuficiente. A mi criterio, siempre a mi criterio.
Un cordial saludo!
Lluís: creo que concuerdo con la apreciación que hacés de ambos textos. Y sí, muchísimas gracias por externar tus criterios, de eso se trata.
Saludos a los dos y gracias por pasar.
Decía que de Palimpsesto me gusta la suavidad de las imagenes, el ritmo que cautiva, que conjura, las voces de ese denso errar y su nostalgia.
De Potreros que hay algo con lo que tropiezo, tal vez los paréntesis, los dos puntos, tal vez el reproche y el destiempo.
(Lindo el retoque del blog)
OA
seguiré viniendo
Dani: bienvenido a esta casa. Me alegro mucho de que te hayan gustado los poemas.
Saludos a los dos y gracias por la visita.
Me encanta el poema potreresco. Que risa que a casi nadie le cae la peseta y a los pocos que sí, salen ofendidos. Se parece mucho a una de esas veladas en tu laberinto! JAJAJA!
Saludos y gracias por pasar.
Felicidades.
Saludos y gracias por pasar.
Y luego, uno prefiere las autopistas desiertas por donde puedes condicir a velocidades suicidas y no esas avenidas infestadas de señales de tránsito y de semáforos en rojo. Conviene quitar tanto paréntesis.
Por otro lado, al primero no le reprocho nada, está bien, contenido y todo eso que dicen, muy correcto, pero no me dice nada nuevo tampoco, no me provoca.
Pero los potretros me encantaron, lúdico, bello reproche a esta aldea con olor a caca de vaca.
Y como siempre, saludos y muchas gracias por pasar.